Gálatas 6,2
¡LLevad cada uno las cargas del otros
La Carga del Otro
Nadie puede dejar de lado las cargas del otro, ni tampoco las molestias
que éste le ocasiona. ¡Ni siquiera le conviene desear quitárselas de encima!
“Llevar” significa soportar, aguantar, sobrellevar mutuamente
las mutuas molestias.
“Llevar” significa hacer uso de la autorización y la posibilidad
de perdonarse mutuamente los inconvenientes sufridos.
“Llevar” significa comportarse unos con otros de manera amable,
no como se hace con las personas viles y malvadas, sino con las personas
pobres y enfermas – algo así como lo que es natural entre los pacientes que
comparten habitación en un hospital.
Por tanto, “llevar” es lo contrario de la ceguera e indiferencia frente
a las recaídas y pecados de ambas partes, pero también lo contrario de
toda indignada inculpación y reparto de golpes al tomarlos en consideración.
“Llevar” consiste en apoyarse todos unos a otros, cargado y encargándose
del otro junto con las cargas de ambas partes, como compañeros en un camino
que han iniciado juntos y que sólo juntos pueden seguir y rematar.
“Llevar” supondrá también necesariamente descubrir la viga en el ojo propio
y encontrarla mucho más interesante que la paja en el ojo del hermano.
Con ello se consigue que circule el aire entre unos y otros, mientras que todo lo
demás sólo puede conducir a la asfixia.
Con ello no cambia todo, pero sí algo.
Al llevar mutuamente vuestras cargas, hacéis en lo pequeño y particular lo que
Él ha hecho y hace en lo grande y general, Él en cuanto Hijo de Dios y
Salvador absoluto …
Salvador absoluto …